sábado, 4 de octubre de 2014

El respeto a los muertos 
(segun el catecismo catolico)

2299 A los moribundos se han de prestar todas las atenciones necesarias para ayudarles a vivir sus últimos momentos en la dignidad y la paz. Serán ayudados por la oración de sus parientes, los cuales velarán para que los enfermos reciban a tiempo los sacramentos que preparan para el encuentro con el Dios vivo.

2300 Los cuerpos de los difuntos deben ser tratados con respeto y caridad en la fe y la esperanza de la resurrección. Enterrar a los muertos es una obra de misericordia corporal (cf Tb 1,16-18), que honra a los hijos de Dios, templos del Espíritu Santo.

2301 La autopsia de los cadáveres es admisible moralmente cuando hay razones de orden legal o de investigación científica. El don gratuito de órganos después de la muerte es legítimo y puede ser meritorio.

La Iglesia permite la incineración cuando con ella no se cuestiona la fe en la resurrección del cuerpo (cf CIC, can. 1176,3).

2
No invocar los muertos
Deuteronomio 18, 10-12

10 Que no haya entre ustedes nadie que inmole en el fuego a su hijo o a su hija, ni practique la adivinación, la astrología, la magia o la hechicería.
11 Tampoco habrá ningún encantador, ni consultor de espectros o de espíritus, ni evocador de muertos.
12 Porque todo el que practica estas cosas es abominable al Señor, tu Dios, y por causa de estas abominaciones, él desposeerá a esos pueblos delante de ti.

El Catecismo:
2116 Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone ‘desvelan’ el porvenir (cf Deu_18:10; Jer_29:8). La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a ‘mediums’ encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de granjearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios.

Mas bien oremos por nuestros fieles difuntos:
Ofrecer por ellos oraciones pues es una idea santa y provechosa orar por los difuntos para que se vean libres de sus pecados” (2 M 12, 45)" (LG 50). Nuestra oración por ellos puede no solamente ayudarles sino también hacer eficaz su intercesión en nuestro favor.


El duelo por un muerto
Eclesiástico 38, 16-23

16 Hijo mío, por un muerto, derrama lágrimas,y entona un lamento, como quien sufre terriblemente.
Entierra su cadáver en la forma establecida y no descuides su sepultura.
17 Llora amargamente, golpéate el pecho,y observa el duelo que él se merece,
uno o dos días, para evitar comentarios,y luego consuélate de tu tristeza.
18 Porque la tristeza lleva a la muerte y un corazón abatido quita las fuerzas.
19 En la desgracia la tristeza es permanente,y el corazón maldice una vida miserable.
20 No te dejes llevar por la tristeza, aléjala, acordándote de tu fin.
21 Nunca lo olvides: ¡no hay camino de retorno!Al muerto, no podrás serle útil y te harás mal a ti.
22 “Recuerda mi destino, que será también el tuyo: ayer a mí y hoy a ti”.
23 Ya que el muerto descansa, deja en paz su memoria,y trata de consolarte, porque ha partido su espíritu.

-Aquí más temas sobre la muerte y la resurrección

-1010 Gracias a Cristo, la muerte cristiana tiene un sentido positivo:  http://el-sentido-de-la-muerte-cristiana.html .

-La muerte prematura del justo, Sab 4, 7-17 http://hizomasfuertemife/la-muerte-prematura-del-justo-

-No invocar a los muertos, más bien oremos por nuestros difuntos http://no-invocar-los-muertos.html

-Oración a la Virgen del  Carmen por los fieles difuntos: http://oracion-por-los-difuntos.html


La muerte prematura del justo, Sab 4, 7-17
Sabiduría 4, 7-17
7 El justo, aunque tenga un fin prematuro, gozará del reposo.
8 La vejez honorable no consiste en vivir mucho tiempo ni se mide por el número de años:
9 los cabellos blancos del hombre son la prudencia, y la edad madura, una vida intachable.
10 Porque se hizo agradable a Dios, el justo fue amado por él, y como vivía entre los pecadores, fue trasladado de este mundo.
11 Fue arrebatado para que la maldad no pervirtiera su inteligencia ni el engaño sedujera su alma.
12 Porque el atractivo del mal oscurece el bien y el torbellino de la pasión altera una mente sin malicia.
13 Llegado a la perfección en poco tiempo, alcanzó la plenitud de una larga vida.
14 Su alma era agradable al Señor, por eso, él se apresuró a sacarlo de en medio de la maldad. La gente ve esto y no lo comprende; ni siquiera se les pasa por la mente
15 que los elegidos del Señor encuentran gracia y misericordia, y que él interviene en favor de sus santos.
16 El justo que muere condena a los impíos que viven, y una juventud que alcanza pronto la perfección reprueba la larga vejez del injusto.
17 Ellos verán el fin del sabio, pero no comprenderán los designios del Señor sobre él ni porque lo ha puesto en lugar seguro;
18 lo verán y sentirán desprecio, pero el Señor se reirá de ellos.
19 Después se convertirán en un cadáver infame, objeto de oprobio eterno entre los muertos. El Señor los precipitará de cabeza, sin que puedan hablar, los arrancará de sus cimientos, y serán completamente exterminados: quedarán sumidos en el dolor, y desaparecerá hasta su recuerdo.
La muerte prematura del justo,

Sabiduría 4, 7-17
7 El justo, aunque tenga un fin prematuro, gozará del reposo.
8 La vejez honorable no consiste en vivir mucho tiempo ni se mide por el número de años:
9 los cabellos blancos del hombre son la prudencia, y la edad madura, una vida intachable.
10 Porque se hizo agradable a Dios, el justo fue amado por él, y como vivía entre los pecadores, fue trasladado de este mundo.
11 Fue arrebatado para que la maldad no pervirtiera su inteligencia ni el engaño sedujera su alma.
12 Porque el atractivo del mal oscurece el bien y el torbellino de la pasión altera una mente sin malicia.
13 Llegado a la perfección en poco tiempo, alcanzó la plenitud de una larga vida.
14 Su alma era agradable al Señor, por eso, él se apresuró a sacarlo de en medio de la maldad. La gente ve esto y no lo comprende; ni siquiera se les pasa por la mente
15 que los elegidos del Señor encuentran gracia y misericordia, y que él interviene en favor de sus santos.
16 El justo que muere condena a los impíos que viven, y una juventud que alcanza pronto la perfección reprueba la larga vejez del injusto.
17 Ellos verán el fin del sabio, pero no comprenderán los designios del Señor sobre él ni porque lo ha puesto en lugar seguro;
18 lo verán y sentirán desprecio, pero el Señor se reirá de ellos.
19 Después se convertirán en un cadáver infame, objeto de oprobio eterno entre los muertos. El Señor los precipitará de cabeza, sin que puedan hablar, los arrancará de sus cimientos, y serán completamente exterminados: quedarán sumidos en el dolor, y desaparecerá hasta su recuerdo.

EL INFIERNO O CONDENACIÓN 
consecuencia última del PECADO

1. Dios es Padre infinitamente bueno y misericordioso. Pero, por desgracia, el hombre, llamado a responderle en la libertad, puede elegir rechazar definitivamente su amor y su perdón, renunciando así para siempre a la comunión gozosa con él. Precisamente esta trágica situación es lo que señala la doctrina cristiana cuando habla de condenación o infierno.‎‮m